Mi entrenamiento...

La constancia es la mayor virtud del corredor de fondo y es lo que le hace ser fuerte. Es la que te mueve las piernas y que termines de correr los km que te has propuesto para ese día que no puedes más y la que te saca de casa el día que no tienes ganas de correr, hace frío y sabes que te vas a mojar. 

El primer día que le eché un vistazo al plan de entrenamiento que decidí seguir estaba convencido de que el lunes no iba a ser el único día de descanso, y que los km no serían tan abundantes. Desde la semana 6 en la que me encuentro ahora, puedo decir que le estoy haciendo un guiño a la constancia para que me acompañe. Y que no me abandone. La cuesta arriba comienza la semana que viene y no parará hasta acabar en  el km 42.

Aquí os presento mi oda a la constancia.