Mi grandeza y yo...

No suelo cruzar palabras con ella. Nuestra relación se basa en un anhelo que saciamos mutuamente encontrándonos en contadas ocasiones, pero esta vez adelantó su visita y sin esperarla me dejo un sabor hasta ese momento desconocido en los labios. Y un día cualquiera de mayo se le ocurrió invadir mis pensamientos y tener esta conversación...

- ¿De veras lo deseas?
- Con todas mis ganas...pero, son muchos...
- Y tú uno de ellos...
- Aún es pronto...
- Lo sé...pero hazlo.

Poco después, al encontrarme subido a ese escalón y con una placa entre mis manos, logro distinguirla entre las personas que allí me acompañaban y tras dejar  escapar una sonrisa, comprendo que esta historia estaba escrita desde el momento en que nos conocimos...  


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