Aquella utopía real...
Fue tan solo un momento. Una de esas veces que te da un chispazo y te palpita el corazón porque vas a cometer una de esas locuras que te enciende la vida. La imagen de una cuesta engalanada con una multitud incontable de personas jadeando enfervorecida me hacía entreabrir una y otra vez los ojos repitiéndome si aquello era de verdad o tan solo una efímera utopía.
Pero las utopías molan, y yo como buen iluso que soy, ahora estoy apenas a tres días de tener la oportunidad de cruzar aquel pasillo humano. Aún sigo sin creérmelo. Continúo pensando que es una de esas imágenes que uno tan solo visualiza en fotos o se tiene que conformar con verlas por la tele.
Y por mucho que me guste martirizarme y sea más que exigente conmigo mismo, creo que he ido preparándome con mimo para la ocasión y, aunque me siga sonando a broma, estoy preparado para hacer un Ironman.
Solo queda disfrutar de los nervios y volver a saborear aquella indescriptible sensación de mojar los pies en el agua y tras un hondo suspiro contar 3...2...1...
Comentarios
Publicar un comentario