Año sin reloj...

¿Y si por una vez nos dejamos de enfrentarnos al crono y comenzamos a ser su amigo? ¿Y si en vez de someternos a la presión de  tener que entrenar para lograr ese tiempo tan ansiado nos dejamos ir y disfrutar de la decisión de no salir ese día? ¿Y si entrenamos sin reloj?

No sé si son cuestiones que me planteo yo solo o cualquiera que se mueve algo las ha tenido rondando por la cabeza. Lo cierto es que al pronunciarlas me suenan poco creíbles, pero que tras un año donde me empeciné en lograr el dichoso crono, creo que va siendo hora de olvidarme un poco del reloj y disfrutar de forma un poco menos sistematizada. El curso se presenta algo incierto, aunque lo que sí es seguro es que habrá agua y pedales, pues lo que le tenía que demostrar al asfalto con las zapas ya lo he hecho.

Así que el objetivo de este año es olvidarse del reloj...¿suena creíble?