Balance del verano...
El verano da para mucho, entre otras cosas para hacer aquello que el invierno no te ha permitido. No voy a poner descansar, porque es lo que menos hago en vacaciones, pero sí despejarte y desintoxicarte un poco de los hábitos que vas cogiendo con la rutina. Entre ellos incluyo el obligado parón de entrenos, con lo cual cuando uno quiere retomar, cuesta. Qué digo cuesta...es casi una odisea, más si la memoria anda fresca de los ritmos y sensaciones preironman.
Intenté fijar un par de pruebas por aquello de motivarme y comenzar, pero ni aún así la constancia se ha hecho presente. Un acuatlón hace un par de semanas, una visita a la sierra y poquito más me ha dado la voluntad. Por ello hoy no tenía ni ganas de participar en el Trail de la playa de Camposoto...no por nada, sino porque sabía que no iba a poder ir como a mi me gusta hacerlo. Tan solo dos días de entreno el fin de semana en esta quincena no me hacían presagiar una buena preparación, ni si quiera una mínima. Peeeeeeeero...con eso me obligaba a hacer un buen entreno y siempre debe haber un primer paso.
Así pues, comenzamos en la playa para batirnos con la arena y un viento de levante que se tornaría en protagonista. Sabía que la carrera era dura, por las condiciones y el recorrido, pero también la conocía a la perfección. Salí a contemporizar y comprobé como el pelotón se aventuraba a comerse la carrera. Tras un pequeño tramo por la zona militar, poníamos rumbo a la batería de Urrutia, que era donde se ponía la cosa seria. Poco a poco fui metiendo ritmo y adelantando a corredores a lo largo de la orilla de la playa.
A medida que nos acercábamos al giro ante la presencia del castillo de Sancti Petri, nos íbamos hundiendo en cada paso en una arena que aún no formaba parte de las dunas. El pelotón de corredores que se plantó delante en la salida se había ido alargando lentamente y hasta ese momento permanecían muchos de sus miembros a la vista. Entre el castillo y el avituallamiento que indicaba que ya íbamos de vuelta, pude dar alcance y sobrepasar a 7 u 8 corredores en total y sin poner freno comencé a zigzaguear entre las dunas. Había empezado la parte dura y yo tenía la ilusa idea de tener ventaja sobre los demás al conocerla. A mí me valía el argumento para seguir apretando y continuar adelantando. Otros 4 corredores más cayeron entre el arenoso terreno y un sendero de tablas que a veces aparecía hundido en la arena.
Aunque era evidente que no iba como en otras ocasiones, no iba tan mal como esperaba y tenía ese fondillo que te hace presagiar que aún tienes algo que decir. La parte más dura de la carrera me ha llevado mucho más adelante de lo que pudiera haber imaginado y tras apretar en el último tramo de tableado, aparece el último reto de la carrera: tengo un corredor a la vista, unos 30seg delante mía.
Tenía tan solo 2km de vuelta para poder darle alcance, pero esa chispa que se enciende cuando hueles la meta y la moral que me había dado la fila de adelantamientos que había dejado atrás, me hicieron poner el ritmo que más se disfruta, ese ritmo en el cual ya no pones freno y lo estás dejando todo sin mirar las consecuencias. Además, estaba completamente convencido. Ahora sí estaba disfrutando y las ideas de no acudir a la carrera se habían vuelto absurdas llegados a este punto.
La silueta del corredor se va acercando poco a poco mientras voy saboreando desde la distancia el adelantamiento. Tras una fría y calculada consecución de zancadas hago una pasada aumentando el ritmo para no dar cabida a la esperanza. Eso sí, doy ánimos para advertir que nos queda poco a ambos, pero intento no dejar ni un atisbo de posibilidad de que siga mi estela. Y es que estaba volando a 4min/km en ese tramo, tras las dunas, viento y marea (nunca mejor dicho).
Las sensaciones han sido bastante buenas y acabo lo suficientemente contento la carrera como para estar orgulloso de alcanzar la meta. Me dan el papelito con la clasificación al cruzar y cual es mi sorpresa cuando compruebo que he sido 3º de mi categoría.
Tras unas semanas dándole vueltas a lo que va a ser este año en cuanto a lo deportivo, comienzo el curso con un podio que lo único que hace es motivarme...¿Motivarme? Me cago en la mar...
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