El miedo...

La vida del hombre va ligada al miedo. En algunos casos se trata de aquel amigo que vive fuera y que viene a visitarte de vez en cuando, pero en otros es tu fiel compañero que te sigue a todas partes. El miedo es algo muy personal, y cada persona teme a algo.

Cuando uno lo da todo y está convencido que se ha esforzado al máximo, cuando pone el listón de sus posibilidades muy alto, se debe enfrentar a la cruda realidad de tener que reinventarse para poder superarse. Esto es un desafío al que temo enormemente. Tanto es así, que intento evitar las situaciones que me supongan tener que enfrentarme a mi mejor yo.

Pero dentro de todos nuestros miedos y temores, llega el día en el cual tenemos que enfrentarnos a nuestro miedo. Y es aquí cuando uno debe elegir si su miedo es su fiel compañero o sólo ese amigo que va de paso. Tras haberte topado en varias ocasiones con el miedo, te das cuenta que lo realmente importante no es que no tengamos miedo a nada, sino enfrentarnos a él llegado el momento.

Tras haber dejado mi marca en 5.000m en 21:19 min antes de verano, llevaba varios días posponiendo las dos series de 5km de 21:00 min que me tocaba realizar. Hoy he empequeñecido a mi miedo. Me lo he colocado bajo la suela de mis zapatillas y lo he ido pisoteando todo el camino durante los 20:12 min de la primera serie y los 20:16 min de la segunda.

El domingo vuelvo a enfrentarme a mi mismo. Lugar: Grazalema. Distancia: 11km. La subida a un puerto de montaña me espera...¿Miedo?...¿Por qué no?