Un año después...

Hace justo un año el maratón de Sevilla me unía a Migue en una de las carreras más recordadas en mi mente. Un reto por delante y una hazaña a nuestros pies que nos hizo vivir uno de los mejores momentos que he tenido como runner. Hoy Migue se aventuraba sin apenas entrenamiento y repetía reto en el mismo lugar, logrando hacer una excelente marca. y es que a huevos no hay quien te gane.

Y con la añoranza del maratón, hoy prometía lanzarme a la carrera en busca de la treintena de km, pero un fortísimo viento nada más salir me hacía presagiar que se iba a quedar tan sólo en amago. A pesar de ello, la novedad de correr hoy por los carriles chiclaneros descubriendo parajes nuevos para mi, ha ido tirando de mis pies poco a poco. Comenzaron a venir colinas y cuestas a las que les daba la bienvenida ya que un poco de dureza vendría bien si no iba a excederme en el kilometraje. Pero al ir de vuelta me fui empecinando y sin quitarme de la mente que Migue iba a andar sufriendo por el asfalto sevillano, fui agregando tramos a mi carrera hasta parar en el ansiado km 30.

Justo ayer en la tirada de 15km probaba a llevar el ritmo que se necesita para marcar 3h 15min en el maratón: 4:37 min/km, pero me parece una locura mantenerme así durante 42km y 195m, cosa que he corroborado hoy al arrastrarme por los últimos km para llegar al 30. 

Poco a poco voy recopilando información de mi cuerpo para ir fraguando el reto; y el crono, respetando a la distancia, vuelve a la palestra. ¿En cuánto detendré mi crono en Madrid?

El Keniano Lagat batiendo el récord de la prueba