10 días...

El suspiro más grande que he dado en estos meses, fue en el día de ayer, al comprobar que mi vuelo no era uno de los 250 cancelados por Iberia para el viernes 13 y el lunes 16. ¡Vaya alivio!
La verdadera cuenta atrás ha comenzado, así que llegados a este punto...¿qué queda por hacer? Pues básicamente preparar los papeles y la maleta, porque en estos diez días se avistan carreritas suaves de no más de 8 km, a excepción del domingo (16km). El único inconveniente es parar mis pies, que en tan cortas distancias empujan más fuerte de lo que debieran. Lo gordo está hecho, ya "sólo" queda el maratón.
Y he aquí el eterno dilema de cada carrera: ¿A quién dejamos que guíe?...¿Al corazón o a la cabeza? Un ritmo rápido en la primera mitad del recorrido puede jugar una mala pasada más allá del km 30. El pero de esto, es que un ritmo lento tampoco te garantiza un éxito rotundo el resto de la carrera...La respuesta la tiene sólo París.
El camino de estos 10 días me llevarán a la zona verde en la salida, donde el dorsal 34736 volará en busca de su sueño...cruzar la meta de la Avenida Foch.