Maratón de París 2012

6.00 a.m. Una luz se enciende en un pequeño apartamento del barrio de St. Germain en París. Con un silencio tenso, dos deportistas intentan coger las últimas energías a base de pan y plátanos para enfrentarse a su gran reto. A pesar del sueño, jamás vi una mirada con mayor determinación que la de aquel espejo en esa mañana. Los nervios aumentan por momentos, mientras nos dirigimos hacia la Av. Champs Elysee en metro. La concentración era tan palpable como los nervios. Hoy era el gran día. He trabajado duro...realmente duro para llegar hasta aquí y precisamente hoy era el día en que tenía que demostrarlo, a la gente que ha creído en mi y a ese tal Buyo 2.1.

Salimos del metro y allí estaban todos. Una inmensidad de personas abarrotaban toda la avenida que descendía desde un majestuoso Arco del Triunfo. Nos colocamos en el cajón correspondiente y fuimos esperando pacientemente a que llegara nuestro turno de salir. Al cruzar la salida la emoción era casi insostenible, ¡estaba corriendo por París! Los primeros km transcurren muy rápido, buscándonos continuamente con la mirada para no perdernos de vista. Nos seguíamos sin problemas mientras alucinábamos con el público. Chapó en este aspecto la carrera, ya que durante absolutamente todo el recorrido gente animando, bandas de música, tambores, mini conciertos a los lados de la carrera, algo impresionante. A pesar que TT prefería un ritmo más conservador, hasta el km 15 marcamos un ritmo fuerte, mientras nos adentrábamos en "lo verde", que se hizo un poco largo. Después de hacer un pis, volvíamos a entrar en París en el km 20 y el público se multiplicaba en esta zona. Inevitablemente me vengo arriba y es cuando de verdad comienzo a disfrutar del maratón. Corriendo a orillas del Sena y con la sensación de ir sobrado seguimos adelantando corredores uno tras otro, como veníamos haciendo desde principio de la carrera. Llegamos pegaditos a regañadientes hasta el km 27 donde nos esperaban Hayla y Yoli. Ansioso por seguir, pero con ganas de disfrutar de ese momento, tomamos energías y recogemos los ánimos (gran mérito el de nuestras fans). Muy a pesar mío le digo a TT que tiro.  La carrera sigue y voy lanzado. Bravo TT, lo tuyo no tiene nombre, nos vemos en la meta. El ritmo que iba conteniendo se desata y comienzo a adelantar exponencialmente bajo la atenta mirada de una Torre Eiffel que se erigía en busca del famoso muro del km 30. Iba unos 7 minutos por debajo de mi ritmo de entrenamiento. A pesar de ello, el muro no llega y sigo fuerte. Pero como toda batalla que se precie, tiene que haber un puntito épico. Llegando el km 33, noto un fuerte tirón en la parte posterior del muslo izquierdo. No es nada, pienso, ahora se pasa. Bajo un poco el ritmo e intento que se pase la molestia. Unos metros más tarde me doy cuenta de mi error. El tirón se hace más intenso y constante. Aún quedan 9 km, es demasiado. En cualquier otro momento hubiera significado una retirada segura, pero ese momento no era este. Aquí no. Si algo he aprendido entrenando es a sufrir. Con pulmón pero sin pierna me voy arrastrando por los km más duros a los que me he enfrentado. Desde el 33 al 39 los km se alargan bajo la inmensidad del verde de los Campos Eliseos y su dureza hace que los corredores que caminan o se paran se cuenten a puñados. Los km no llegan y el estado de la pierna empeora. Cojeando, con la pierna estirada e incluso dando saltitos llego al km 40. Nunca antes había llegado tan lejos. Iba a destrozar por enésima vez mi muro para no volver a construirlo nunca más. La pierna no responde y la otra comienza a dar problemas. Es entonces cuando la veo...a mi lado aparece Yoli con la bici sin dejar de pedalear y sin quitar la mirada del frente. Era el momento de demostrar lo que valgo. Aprieto los dientes y sigo adelante. En mi rostro se tuvo que reflejar todo lo que tuve que sacar de dentro de mi para verlo aparecer. Era él...el km 41. Todos y cada uno de los km que he recorrido han sido pensando en este. Rompo a llorar. Es tanto el esfuerzo que me ha traído hasta aquí que no puedo contener las lágrimas. Me olvido de las piernas y comienzo a correr como nunca antes lo había hecho. El público se agolpa en el último km y ante el griterio de ánimos sólo escucho al silencio que se hace presente cuando en el horizonte contemplo de nuevo el Arco del Triunfo...ni con todo mi sudor derramado en estos meses hecho tinta podría describir con palabras lo que sentí en el momento de cruzar la meta. Estaba al otro lado. Miro hacia atrás por primera vez después de 2300 km para volver a verla. Acabo de convertirme en Buyo 4.2. Llamo a mi padre: "Papá, estoy en la meta...". No sólo estaba allí, sino que estaba allí en 3h 51min 57seg...había bajado con creces de las 4h. Al ratillo llamo a mi primo: 4h 10min...estaba ya en la meta. Completamente impresionante lo de mi primo. Yo alucino. Me dan la camiseta de Finisher de la maratón y mi sonrisa no cabía en mi cara cuando me cuelgan la medalla. 
Esta historia, que comenzó no se sabe cuando, cuenta que en su final aparece un hombre con una camiseta amarilla y un metal colgado en el pecho y que despidiéndose por la ventanilla de un avión de la Torre Eiffel, dice haber cumplido el sueño más largo de su vida...un sueño de 42 km y 195 m...








 

Comentarios

  1. ¡Olé! ¡Enhorabuena campeones! Gracias Buyo por compartir esta experiencia con nosotros y hacernos (de algún modo u otro) partícipes también de tus logros.

    ¡Gracias!

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  2. Me ha encantado como lo has contado. Ha sido todo lo épico que todos esperábamos. Hasta sabiendo el final, me han entrado dudas. Simplemente, sueño cumplido que debe ser mucho!
    Rubén.

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  3. Es más que mucho. Todo un placer haberlo compartido con ustedes, que habéis estado ahí desde el principio. Soy muy afortunado por teneros en mi sueño. Un abrazo a los dos!

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  4. Hay un bonito eslogan de adidas que dice: "NO TE LIMITES A RENDIR,SUPERATE"... Creo que se inspiraron en tí. felicidades compi! Y felicidades tb a TT y a las fans n*1 q os acompañaron... bss. Ana

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  5. Hazte un blog que sea BuyoMédico, a ver qué pasa :)

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  6. Hay una bonita escena de Will Smith que dice que debes perseguir tus sueños...no sé si eso es rendir, superarme o ponle el nombre que quieras. Sólo sé que lo ansiaba de veras y he ido a por ello con todas mis ganas. Estoy acostumbrando a alcanzar mis metas, pero esta ha costado realmente...por ello le doy tanto valor. :). Gracias Ana.

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  7. INCREÍBLE Buyo....ya tienes tu propio "CAN" .... Recuerdas??
    Un besitoooo

    Cris

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