Ser paciente...

¿Cuántas veces en la vida te han dicho que tienes que ser paciente y que el tiempo irá marcando lo que deba ser? Cientos...miles...e incluso millones de veces entre las palabras que han llegado directamente a mis oídos y las que han retumbado solas en mi pensamiento como un eco inagotable.

Pero la realidad es que la paciencia no es mi fuerte y por mucho que intente interiorizar en mi interior el concepto, lo cierto es que la ansiedad se hace presente más de lo deseado pujando por hacerme precipitarme una y otra vez. La vida de hoy está completamente reñida con la paciencia: prima la inmediatez, presiona la eficacia y cualquier molestia debe ser eliminada con total rapidez para que no llegue a desembocar en ningún trauma subyacente. 

Y es que el tiempo es oro y esa persona perfecta, imperturbable y eficiente que esperan que seas se puede perder en un sólo instante de desidia; un error difícilmente perdonable. Así que mientras vas aplacando la paciencia de los demás, no vaya a ser que les puedas perturbar en algo, le vas dedicando tiempo a construir esa persona que necesitan los demás, mientras que a la vez, le vas exprimiendo el tiempo a construir tu propia paciencia. Y esto puede llegar a ser un gran problema, sobre todo cuando la persona que más te exige eres tú mismo.

Por ello hay que ser paciente, y para ello debes escuchar esas voces que resuenan en tu cabeza, pero solo las que provienen de tu interior. Debes ser honesto contigo mismo y solo en ese momento, podrás empezar a construir la persona a la que tendrás suficiente paciencia como para aceptarla a tu lado.

Aunque no sea el momento y me vuelva a precipitar, veré que puedo hacer con mi paciencia...

Sábado 15 de Octubre
10:00h
II Trail de Olvera

Comentarios

Entradas populares