XXXIII CP Villa de Grazalema...
Las buenas sensaciones para la carrera tras la semana anterior cargada de rápidos kilómetros y mi par de 5 miles sobrepasando los 20 minutos por escasos segundos, se habían esfumado tras una acuática semana de transición otoñal y un inoportuno resfriado aflorado por agotamiento.
Así pues, tocaba compensar mi preparación para la carrera atiborrándome de pasta y subiendo mi motivación hasta el límite. Olvidé todo lo anterior y deposité sobre una silla mi ropa de batalla mientras, una vez más, Haile me ayudaba a visualizar a mi mejor yo sobre el asfalto. Un par de sesiones de estiramientos, un poco de relax en el jacuzzi, y un poco de vuelo con los ojos cerrados al amanecer era suficiente. Estaba listo.
El cielo era completamente gris y las nubes se entrelazaban con el rocoso paisaje. Tras haberme mojado inevitablemente haciendo todo lo posible por entrar en calor, el frío y el agua hacían presagiar una carrera más dura aún de lo que se esperaba. Antes de comenzar me di cuenta que estaba empapado, pero no era agua lo que había calado en mi, sino la sensación de estar a tope. Me lo había creído. Es por ello que en el primer km de carrera, donde casi necesito un arnés de lo empinado del tramo, me situaba junto a la cabeza de la carrera. El granizo hacía acto de presencia y tomaba su protagonismo antes de llegar al km 2, donde ya me la empezaba a jugar cuesta abajo. Era la única forma de coger moral, dejarte llevar un poco más de la cuenta cuando el terreno era favorable. Todo un alivio tras la pared del primer km. El asfalto comenzaba a graduarse exponencialmente hacia las nubes. Lo realmente duro había comenzado:
Sin tener ni idea del tiempo marcado, pues quise dejarme guiar sólo por mis sensaciones, exhalo tras la línea de meta las bocanadas de aire que me faltaron en las últimas cuestas. Miro a la montaña con el gesto aún marcado por el esfuerzo, y me doy cuenta que no he podido ir más rápido, tanto que incluso le hubiera dispustado el puesto a mi mejor yo, que aún no ha llegado.
Mientras retomo fuerzas en el jacuzzi, recibo la imagen que recompensa todo el esfuerzo. Me faltó sólo un escalón entre tanta cuesta...

¡Enhorabuena champion! ;)
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