I Trail playa de Camposoto...

Pues va a ser que la playa es lo mío. Y no precisamente para descansar y disfrutar del sol, sino justamente para todo lo contrario, sufrir y resistir el azote del calor.
En la salida nos enteramos que alargan el recorrido más de un km, por lo que serían 9 y algo los km que nos íbamos a tener que comer de arena entre dunas y la engañosa orilla. Lo conocía bien, ya que mi trail favorito de 26km, comparte esa parte del trayecto. 
Parece que tengo buen ojo, pues bajo el arco de salida me coloco detrás de uno que yo creía que iba a salir rápido para evitar aglomeraciones iniciales y a la postre fue el vencedor de la prueba. Lo típico, pistoletazo y tres que salen disparados como corredores de 200 m. Los dos primeros km siempre son el termómetro de los corredores, donde se ve a qué va a optar cada uno. Entre idas y venidas de uno y otro me aposento en 10º lugar y sin dejar marchar demasiado el cogote del que me precede, comienzo a marcar mi ritmo. 
Van pasando los metros y voy tan concentrado en mi zancada que no me voy dando cuenta de lo que voy sufriendo. A cada atisbo de toma de conciencia sobre mis músculos la fatiga asomaba traicionera pidiendo clemencia. Pero mi terreno fetiche me estaba llevando cada vez más cerca del siguiente corredor. Antes de la punta del boqueron paso al 9º y voy enfilando al 8º, que acabaría cediendo justo antes del control de paso. Una vez adentrados en las dunas parece que el 7º no soporta una pisada más de arena seca y lo paso animándolo ante el ritmo cada vez más decadente que llevaba. Y es que las dunas hacen estragos cuando se alargan y alargan a lo largo del camino y cuando parece que ves el final, una curva traicionera te trae más arena seca. A pesar de no saber exactamente mi puesto el 6º está ahí. La arena me está machacando. Es el km 7 y el regusto ácido de la fatiga comienza a aparecer. Demasiado pronto. Pero el 6º está ahí. Llegan las primera tablas, pero se van intercalando con tramos de blanca arena de la batería de Urrutía. Doy un arreón antes del control y me coloco delante sin saber si voy a poder mantenerme ahí. Me da igual, voy a pegar un golpe y a decir que aquí estoy yo. No fue tan fácil como el anterior. A cada pisada sin ritmo me sentía perseguido cada vez más de cerca. Estas tablas me las conozco...ahí está Yoyi que me va gritando que voy sexto. Nos adentramos de nuevo en la playa...
Sólo quedaba un km y con un vistazo atrás me doy cuenta que he sacado unos metros. No me fío un pelo e intento meter ritmo para asegurarme...Enfilo la meta soltando un ¡vamos! que hacía tiempo no salía de mi, pensando que he dejado lo que tenía. Sé que he sido sexto...y al parecer hay premios por categorías, aunque el mayor premio es la satisfacción de cómo he corrido. Esta vez sí he merecido el podio. 
Con la medalla en el pecho y el diploma que me acredita como 2º en la categoría senior, en vez de dirigir la mirada hacia el siguiente peldaño del podio, la dirijo a mi reloj porque sé que mi batalla está en mi propio crono...





Distancia: 9.150m
Posición general: 6
Posición categoría: 2
Tiempo: 39 min 27 seg
Promedio: 4:19 min/km

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