El otro lado...

Los latidos se van multiplicando a medida que pasan los días. El mero hecho de pensar en el asfalto parisino hace que mi corazón lata tan rápido como en el último km de cada carrera. Oigo por ahí que hablan del otro lado…un lugar maravilloso, donde ya el cronómetro no tiene importancia porque el tiempo se detiene casi para siempre. Veo a personas llegar a él, cruzar la línea que separa mucho más allá de unos centímetros y anhelo con cada fibra de mi ser llegar al momento de rebasarla.  Está en mis pensamientos, en mis sueños, en mi día a día y no puedo sacarlo ni de mi cabeza ni del dueño de mis latidos. Ya sólo recuerdo mi respiración y mi corazón a ritmo de carrera. Enclaustrado hoy en casa, siento la ansiedad de vencer una nueva meta inventada. Una pequeña meta que no haga otra cosa que acercarme más a mi objetivo y a saborear un poco más de cerca esa sensación soñada que sentiré al estar al otro lado...



Comentarios

Entradas populares