4 horas 9 minutos 43 segundos...

Ella...
Mis dos bobis...
Mis sobrinas...
Mi hermana y mi cuñado...
Mis padres...
Mis suegros...
Mi abuela...
Mis amigos...
Quizás haya tardado más de la cuenta en escribir estas líneas, pero no porque no rondaran estas palabras por mi cabeza. Quizás mis manos se quedaran paralizadas por la velocidad a la que trabajaba mi mente.
4 horas 9 minutos 43 segundos...es tan sólo una cifra...como cualquier otra...pero detrás de esta sé muy bien lo que hay, porque lo conozco de primera mano. 4 horas 9 minutos 43 segundos...tiempo en el que cruzando la línea de meta se encuentran la mayoría de los corredores populares. Y a los lados de la meta esposas ilusionadas, maridos expectantes, padres orgullosos y niños esperando con un cartelón en sus manos: ánimo papá...todo para animar e intentar inmortalizar el momento de la entrada en meta de un ser querido.
No he corrido la maratón de Boston, pero sé quién estaba allí y qué estaba pasando en el momento de la explosión. Sé bien lo que hay detrás de esta cifra, por eso ha dolido tanto.
Una vez más tendremos que hacer acopio de fuerzas y gritar más alto que nunca la palabra LIBERTAD. 
En el amargor que ha dejado sobre el asfalto la noticia, toca enfrentarse de nuevo a la distancia. Ahora sólo queda correr con más ganas, disfrutar con más ganas de lo que hacemos y vivir con más ganas.






Comentarios

Entradas populares