Pues sí...he ganado...


¡Vaya fin de semana que he pasado en Córdoba! Ha sido un fin de semana realmente completo: viajecito el viernes, de visita por Córdoba todo el sábado y para completar, carrerita el domingo. Llegaba a la carrera con el temor de que un posible pinchazo acabara conmigo antes de tiempo, y el cansancio acumulado de la semana, el viaje y los voltios cordobeses, no me hacían presagiar una buena media. Además, la noche antes de la carrera los nervios hacen mella en el descanso...Todo esto son factores, pero vamos camino de la carrera, y comienzo a ver corredores dirigirse hacia el lugar de salida, policias acordonando calles y toda mi familia en la línea de salida. Bajo la atenta mirada de mi sobrina, mientras me ato bien las zapas...me hago pipí. Hasta 4 veces desde que me levanté hasta que inicié la carrera, pero lo peor: empieza la carrera y me sigo haciendo pipí. Así que el músculo que más he trabajado hoy ha sido mi esfínter. Dan las 10 menos cuarto, se empiezan a acumular corredores en la línea de salida, hasta 3600 mirando hacia el fondo. Me meto más o menos por delante dentro de toda la marabunta, moviendo los pies sin parar, mirando para abajo y a los corredores de alrededor. Me llevo un buen rato así, al menos 10 minutos pensando cómo ir, si aguantar, si tirar y a ver lo que pasa...de repente levanto la mirada al frente. A ambos lados de la avenida de salida lleno de público, al fondo las luces de la policía con vallas, caballos y todo listo. No puedo evitar sonreir. Esto es muy guay. Salida saludando a mi familia a la derecha y a mirar hacia delante. Hemos comenzado en una cuesta. Esto parece que no iba a cambiar mucho durante prácticamente toda la carrera. La marea comienza a tirar como si fueran a correr hasta la primera esquina. Habiendo tanta gente no te puedes quedar muy atrás, porque si no te atascas, así que pa´lante se ha dicho. A un ritmo alto llegamos al km 5. No puedo seguir así, pensé. Pero el instinto de persecución aflora, y decido sufrir y aguantar el ritmo yendo a tirones. Antes del km 10 iba con la pata izquierda tiesa cual pirata patapalo. Ya tenía que ir pensando en acabar la carrera lesionado y arrastrándome por la carretera, porque abandonar no entra en mis planes. Pensando que a partir de los 10 km siempre me vengo arriba, sigo manteniendo el ritmo intentando de alguna forma que se pasara la tensión en la pierna. Pasamos el km 10 siguiendo un ritmo demasiado fuerte, y decido venirme arriba. Eso fue lo que pasó, me vine arriba; pero no por el ritmo, sino por las cuestas que no paraban de llegar tras cada esquina. ¿¡Cuándo va esto pa´bajo!? En el km 13 la Avenida de la Cuesta (así se llamará a partir de hoy) hizo estragos en un pelotón que ya se enfilaba en corredores a pares y no en grupos. Esas cosas me motivan, porque la gente se viene abajo, pero cuando van unas cuantas cuestas, me canso como los demás. En estos momentos iba pensando que a partir del km 15 iba a pagar el ritmo que llevaba desde el km 1. Se hicieron largos a partir de ahí. Con pulmón, pero con las fuerzas cortitas en las piernas comencé a enfilar los últimos km sabiendo que no iba a poder mantener el ritmo. Del 15 al 20 los carteles del km tardaban en llegar y quería, pero no podía mantener el ritmo de los primeros km. Llegó el km 20. Contra todo pronóstico me vengo arriba. He entrenado duro. Este km es el culmen a muchos días de salir a correr. Sólo es uno. Me encuentro con el estadio de la pista de atletismo, que significa que entramos en la meta. Se resiste la entrada al estadio 3 curvas más, donde voy adelantando apretando dientes. Había apostado con mi cuñado que adelantaba de 10 a 15 desde que entraba en el estadio hasta la línea de meta. Con el número 2 alzado en mi mano, como marcaba el número que llevaba Elenita(mi sobrina) en su camiseta, hago mi entrada en el estadio. No sé si fueron 10...15...o me adelanté hasta a mi mismo incluso. Gran entrada para una gran carrera. No miro ni el tiempo en el que entro. Lo había dejado todo en el último km: las piernas, el pulmón y la vejiga. Al poco miro el tiempo en mi pulsera...1:34:42...NRB. "Popó campeón", Elenita me esperaba para ponerme una medalla. "Pues sí...este finde, he ganado"- pienso mientras recibo un mensaje desde la organización camino de casa: Mi tiempo y mi puesto: 849....




Comentarios

  1. Gracias mi fiel seguidora. Sé que me sigues y eso me ayuda a seguir a mi. :-)

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  2. Máquina, me he emocionado y todo. Muy bien redactado, me sentía en la carrera contigo!

    Un abrazo y enhorabuena!

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  3. Gracias Helio, sin duda estabas allí mientras corría. Un abrazo fuerte!

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  4. Antonio: Como no vas a ganar algo que patrocina Cruzcampo... eso es trampa.

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